Cruza todas las mañanas el río para llevar a su hijo a la escuela
Eugenia, hace una hora en moto para que Germán su hijo pueda asistir al Colegio de Paso del Rey “Granadero Tomás Cuello”. Hace años los lugareños piden un puente para que los chicos vayan a clases sin problemas.
Una postal del interior provincial. La escuela de Paso del Rey alberga chicos de la zona rural quienes deben realizar diariamente una odisea para llegar a la escuela. La parte más difícil es cuando deben cruzar el Río Cañada Honda.
Aunque la institución educativa y los vecinos piden desde hace años la creación de un puente que permita a los chicos caminar sin dificultades hasta la escuela, todavía no obtuvieron respuestas del Estado provincial. En las épocas invernales es difícil mojarse los pies para ir a cursar con las bajas temperaturas. Sin mencionar que cuando el río aumenta su caudal por las lluvias es imposible cruzarlo.
Hasta incluso autos quedan varados en el cruce y otros apuestan a sus caballos para llegar al centro educativo. Las escuelas rurales como la del Paso del Rey albergan niños soñadores con muchas ganas de progresar a pesar del diario sacrificio que junto a sus padres realizan, solo para poder llegar al aula. No queda duda alguna que necesitan un puente sobre el río, pero también contención. Un estímulo ante años de postergación y olvido.
En esa misma proporción los educadores rurales llevan la vocación necesaria lejos de San Luis o Villa Mercedes. Alejados de las grandes ciudades, del humo de los vehículos en las horas pico, las localidades pequeñas, pueblos y parajes de la provincia, muestran cómo la voluntad de aprender pero también de enseñar se unen y buscan superar los obstáculos.
La historia de Eugenia y Germán sintetiza la realidad de la educación rural y la urgencia de la obra pública y presencia del Estado en la zona. Esos jóvenes y pequeños junto a sus familias tienen deseos de superarse en la vida y su voz necesita ser escuchada.